09 October 2012

Saber es Poder

Hoy ya son pasadas las 9pm. Tengo que crear una breve presentación sobre la salud de mama para mujeres sanas trabajadoras mas no del sector salud. Desde esta mañana me carcomen las ganas de hablar sobre el poder de la educación. Cómo se juntan las dos cosas... supongo que tengo muchas ideas al respecto.

Hoy pusieron por fin el jacuzzi en el cuarto nuevo. Se va a ver bien bonito pero aún falta para eso. Como se echó a perder la bomba de agua de la casa ayer, no se pudo llenar el jacuzzi sino hasta la nochecita, de manera que tendremos que esperar hasta mañana para poder estrenarlo. Recuerdo haber escuchado por allí que madurar es saber esperar.

.... Tal cual como Venezuela aún tiene que madurar... Aprender a ver qué es lo que espera. Toma tiempo. Informarse toma tiempo.

Aprender a hacer las preguntas correctas toma tiempo. Para preguntar hay que tomar las riendas del futuro y sus consecuencias. Para tomar las riendas, hay que estar obstinado de que otros tomen las decisiones por uno.

Hace unas 3 semanas decidí que nadie seguiría tomando decisiones sobre mi consulta y cómo llevarla dentro de los estándares aceptables. Al decidir esto, asumí que eso llevaría cierto esfuerzo de mi parte, reuniones, más empuje, más reuniones... Hasta que me quitara la piedra de tranca que era la ¨supervisora de la consulta¨. Me tomó una semana, y tan solo 2 reuniones antes de recibir una llamada diciéndome que la mujer había aceptado una posición distinta dentro de la misma organización. Me pareció interesante... Entendí con esto que la meritocracia es tan rara en este pueblo como lo es en mi Venezuela. Al menos que seas médico, aquí los requisitos para escalar dentro del sistema no son muy grandes. Me parece patético. Me parece terrible haber aprendido que la COO de la empresa no tiene título alguno de educación superior. Y digo yo: Supongo que eso no sería muy importante si eres COO de una panadería... pero ¿¿¿¿de una empresa subsidiada por el gobierno que se encarga de la salud de todo un condado????? Quizás aún hay información que me falta... Quizás hay más cosas que debo aprender. Pero en mi esquema de vida no entiendo cómo se va a avanzar una empresa cuyos empleados carecen de un nivel educativo mínimo que los prepare para el liderazgo que deben asumir.

Habrá quien me diga que la educación aquí es muy cara, que ha ido escalando con su esfuerzo, que hace un muy buen trabajo... Me pregunto yo (y esto lo digo habiendo sido la primera en pensar que el cumplimiento de su función era muy bueno) qué tanto más pudiera lograr con el nivel educativo apropiado...

Ya son las 9:44 y aún no hago mi presentación. Estoy procrastinando a propósito de mi inconformidad interna, mi duelo por Venezuela, mi deseo profundo de no odiar a nadie pero con tantas ganas de desearle la muerte a Chavez... Como Diego (triste por la partida de su abuela), ando con un revoltijo de emociones que me tienen acoquinada y no tengo tiempo para detenerme a estudiarlas... y dejarlas pasar. Por eso prefiero escribirlas... y dejarlas pasar. Ya mañana volveré a correr... me desahogaré con el pavimento.

Pero ahí lo dejo de nuevo... Hay que saber... Hay que estudiar... Hay que evitar que nos metan gato por liebre; y eso solo se logra SABIENDO!!! Como aprendí en una de mis clases de política recientes: "If you are not at the table... You are on the menu..." Solo los que saben comer se pueden sentar a la mesa!
Saber es poder...

08 October 2012

Chavez Vuelve a Ganar

Hoy vuelvo a escribir. Tengo tantas razones.
El despecho por un lugar en el tiempo donde crecí y aprendí a soñar.
La verguenza de no haber participado; de no tener tinta manchándome el dedo el día de hoy.
La tristeza de no poder mostrar a mis hijos el lugar de donde vengo pues ya no existe.
Un profundo sentimiento de exilio; de soledad; de separación.
La aceptación de que no hay fraude, de que son más los que están convencidos de que hoy por hoy hay espacios plausibles para un caudillo.
La impotencia de no poder servir a mi pueblo como un día lo soñé.
El aislamiento de quien vive en el fin del mundo pero que sueña con tomarse un café con sus amigas; reunirse a hacer una choripanada o ir un fin de semana a la playa.

Hoy escribo para quitarme esto del alma; para limpiarme los ojos e intentar ver claramente. Juntar mis pedacitos y empezar a trabajar.

Escribo para comprometerme por mis hijos a aprender más; a crear más méritos y enseñarles el valor de eso. Enseñarles con mi ejemplo que no basta con terminar una tarea y terminarla de manera excelente. No basta con ponerse una, dos, tres o mil metas... Hay que tener más. No basta la realización personal sin conciencia social. No existe brillo propio si no está a disposición de los demás y en este caso, de la Patria.

Hoy escribo para resumir a mi misma que me duele Venezuela. Me duele en lo más profundo pues descubrí a través del arrepentimiento de no votar, que aunque yo sola no pude haber hecho la diferencia de la victoria, si hubiera podido sembrar mi grano en ese huerto.

Sigo pensando en aprender más; en prepararme más. Quizás algún día pueda ser de utilidad. Quizás algún día; cuando mis manos ya no puedan operar, mi cabeza pueda ayudar a forjar un sendero claro que haga una diferencia para los enfermos de Venezuela.

No importa cuántas millas corra, cuántos títulos acumule, cuántos libros me pueda leer. Creo que por mi tranquilidad mental necesito acumular herramientas que me sirvan en un futuro. Herramientas que pueda poner a servicio de los demás, desde donde me toque hacerlo. He pasado todos estos años desde que me fui, entrenándome, aprendiendo el ejercicio de la medicina; y otros 7 años antes que esos, haciendo lo mismo en Venezuela. ¨El que solo sabe de Medicina, ni de Medicina sabe...¨ Solía decir el Dr. Papa. Ha llegado mi momento de aprender el contexto en el que se desarrolla la Medicina. Aquí, en Venezuela, en otras partes. Tengo que hacerlo. Tengo que aprender. Quizás algún día me pueda poner al servicio de ese contexto de manera inteligente y productiva.

Lloro por Venezuela; las siete estrellas y el tricolor que hacen un hoyo en mi corazón y me han convertido en gitana sin quererlo. Por la patria que decidió de nuevo que es mejor mantenerme separada de mis familiares y amigos. Lloro por la Venezuela que conocí creciendo, que me dio las mejores oportunidades de éxito y los mejores amigos en el camino.

Estoy triste. Sin embargo por primera vez no siento que fue en vano. Siento que por primera vez aprendí algo; por primera vez siento que mi entrenamiento tiene una importancia. Algo que aún no logro discernir pero late dentro de mi corazón. Siento que no puedo volver mi espalda a Venezuela por más que esa sea mi tentación. Si hay un camino, y yo quiero ayudar a forjarlo. Seguiré estudiando; seguiré aprendiendo pues como dijo Capriles: "El tiempo de Dios es perfecto", y en algún momento entenderé cómo puedo ayudar.